jueves, 11 de marzo de 2010

pero el hubiera no existe.


Recuerdo, cuando me sentia solo, tú me decias que mi soledad había dejado de existir por que tú ya estabas conmigo, hablándome, al oído.
Me decías que te mirara, y yo lo hacía fijamente. Decías que querías tocarme, y hacerme sentir vivo, que me llevarías a la ciudad, que volveremos a correr entre la gente y que pasaríamos desapercibidos, tal y como lo hacíamos antes.
Y me abrazaste, y fue uno de esos abrazos que son tan fuertes que hasta te cuesta respirar, de esos que incluso no tienen motivo, y se dan solo porque tienen ganas de nacer.
Esa ntarde nos abrazaríamos, y nos hubieramos sentido tan bien, y la gente hubiera pasado, nos vería y seguro seguirian viviendo, pero jamás volverían a ver una escena como esa en sus vidas. Por que nuestro amor, hubiera sido de esas historias que transpasan los años.




1 comentario:

  1. HERMOSO ESCRITO. ESTOY EN ESE MINUTO DE SOLEDAD, PERO A MI LADO NO ESTÁ EL ABRAZO. SINO SOLO EL ECO INSOPORTABLE DE MI ALMA.

    ResponderEliminar