martes, 18 de mayo de 2010

MAQUINA VOLADORA.







Frente a la noche, un niño se preguntaba curioso, sobre la existencia de seres brillantes que protegían a la tierra de la oscuridad, como impidiendo esta que traspasara en el mundo.
Es por eso todas las tardes, se asomaba a su ventana que daba al oeste y visualizaba cada segundo como aparecían cada una de las estrellas en el cielo, a las que él llamaba sutilmente "seres brillantes".

En una ciudad poblada, pero casi vacía por la predominancia de la ausencia de la gente indiferente. Él parecía ser el único habitante de una ciudad gris y monótona repleta de edificios.

-¿Como es que llegaron hasta allá? -se preguntaba-
-quisiera yo ser uno de ellos, uno de esos guardianes y proteger al mundo de la oscuridad-

Rara vez su madre se asomaba a ver que hacía su hijo, el tabaco es una droga insaciable y sin piedad, las tardes las pasaba fumando en el sillón.

En esos tiempos los niños ya no salen a jugar, la imaginación se ha extinguido para siempre. Los juegos no existen, solo la vida planeada de acuerdo a un tiempo. La niñez deja de existir, no existen los niños. El mundo gris que nunca soñamos es realidad.

Pero si de todas formas en esos tiempos a nadie le importa lo que sueñe un humano, finalmente los sueños son sueños y solo son parte de la mente.

Una vez el tuvo una idea, una tarde que salió a pasear por las vacías y frías calles. Decidió crear una máquina voladora. Subió a su azotea y comenzó a taladrar, a atornillar y a soldar.
Y entre luces, metal y chispas de soldadura llegaron las seis de la mañana. Su madre dormida en el sofá con una colilla de cigarro en la mano manchando sus dedos de ceniza y él se metió a su cama donde durmió por doce horas.

Al despertar subió de nuevo a su azotea, trepó en su maquina y echó a volar.
Su madre, quien por primera vez lo quería vigilar, se encuentra con una curiosa escena; su hijo despegando de su azotea hacía el cielo.
Para los que no creían en que la imaginación podía servir de algo, él les demostró que están siendo consumidos y que él pudo escapar y formar parte de algo que ni siquiera existe.

Perdiéndose en el horizonte desapareció y esa noche hubo una estrella más en el cielo, de esas que ayudan a estimular la imaginación.

sábado, 15 de mayo de 2010

Caerse primero.



Como quisiera desmoronarme, y en pedazos flotar sobre los aires, indiferente.
Sentir que soy nada o que lo soy todo, que fluyo, no me detengo.

Como quisiera que el suelo no doliera y arrojarme con los ojos cerrados o que el dolor simplemente no existiera.
Que los árboles extendieran sus ramas y me hicieran caer más lento.

Como quisiera poder hablar con las aves y que me cuenten sus secretos, que me digan como le hacen, para no perecer en el suelo. Que la tierra pudiera hacerse un cementerio.

Como quisiera no bajar por donde subí, como quisiera no tener que llegar a esto ¿que pasará cuando ya este a medio camino?. Eso solo lo sabré cuando me caiga primero.




viernes, 14 de mayo de 2010

Eternidad




De pronto me di cuenta del valor de la eternidad y de la memoria, del tacto.
El saber disfrutar los pequeños y más insignificantes placeres de la vida, hasta los más grandes como correr junto al mar, seguir conociendo, platicar con personas diferentes, tocar con tus pies la arena de la playa, bucear y conocer otro mundo, andar por los aires desde una avioneta, sonreír.

Si tal vez en un futuro, como todos, no podré contar mi historia a mis nietos, mi alma quedará gratificada en cada segundo que transcurra de mi muerte. Y así, tener la agonía mas hermosa del mundo, satisfecho, no hay nada mejor que cerrar los ojos para morir, en lugar de morir y luego cerrar los ojos.

Y sé que no debo temer, se que el reloj sigue corriendo su curso, pero las esperanzas no se quedan atrás, solo es cuestión de querer.


jueves, 13 de mayo de 2010

El Ave Soneto



Hoy se que éstas marcas jamás se van a borrar,
hoy se que el hambre es insaciable
y que el hombre tiene que morir


Sé que no me gusta volar, pero quiero hacerlo, no hay motivos, solo desgracias de las cuales huir. Pero, hoy no tengo oídos para eso, sólo latidos, absurdos latidos que no tampoco quiero.
Y en mi pecho, se siguen escuchando con terrible estruendo.

Pero también la felicidad es insaciable, como un monstruo que siempre pide y quiere más aunque exprima al ser humano y lo deje en agonías o en los huesos.

No me hables más, no tengo ganas de escucharte ni de mi.

Hoy ya no puedo decirme nada, solo estoy y parado frente a la ventana viendo al sol o a la luna o a la nada, no hay razones, hoy no las hay, no existen, jamás existieron, no hay nada, solo no hay nada.

Soledad, tampoco hay soledad, se la comieron los cuervos por la noche, si es que existe, por que hoy ya no puedo estar de pie, me tiemblan las rodillas, las piernas, el alma, me desgajo, me pierdo, me ciego, me extingo.

Souvenir Adolescente, Abril 7


Que nostalgia provocan las vacaciones, la ausencia del entorno natural del estudiante, del adolescente urbano.
De pronto uno se encuentra inmerso en otra naturaleza casi desconocida por que queremos ser indiferentes a ella; uno mismo.
Queremos correr hacia adentro, pero el camino esta afuera y todo lo demás también.
Solo no dejes de soñar sueños que construyan realidades.