viernes, 9 de diciembre de 2011

Un nuevo Elemento

Un nuevo Elemento


El mundo se va a acabar, que vergüenza.

Jamás conocí más allá de la ventana, me quedé en las esperanzas mudas de ilusiones que se evaporaron en la mañana.

Si te dijera que hoy me voy a morir, tal vez me encontrarías debajo de tu mirada, que solo ve reflejos tuyos.

Pero ayer, me atreví a abrir la ventana y me asomé. Jamás imaginé que existiera y como si de algún lugar ya lo conociera, se diluía en mis manos, sabía reconocer que no tenía ningún color, que el mundo lo dibujaba, que me limpiaba y que utilizaba sus efectos en mi cuerpo.

Fui bajando y desnudo, me sumergí en el agua de la bahía, cerraba mis ojos, lo volvía a descubrir, burbujas salían de mi boca, de mi nariz y hasta parecía que de mi obligo.

Las manos, con el tiempo, se me envejecían, causando en mi un efecto secundario que solo el tiempo podía lograr.

Me empapaba, me hundía, flotaba. Me tocaban los pies los peces. No había sirenas, no existen, solo existe el agua, la vida, el ruido, las aves, el azul, el verde, mis sueños, mi amor, mis ganas, pasiones, virtudes, los tactos, volcanes, submarinos, ballenas, los niños, los cantos, el mundo...y tú.


1 comentario:

  1. Estoy leyendo tu blog y lo que llevo me agradó mucho, sobre todo esta entrada.
    Saludos, Isabel.

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