sábado, 1 de septiembre de 2012

Visiones n̶o̶ ̶e̶s̶q̶u̶i̶z̶o̶f̶r̶é̶n̶i̶c̶a̶s̶ de un relato a las tres de la mañana

Y él, seguro que en algún lugar de ayer encontró lo que buscaba, como quien sabe que el amarillo y el rojo forman otro color, se fue caminando a dormir, pensando.
Cuando vio sonreír, cuando tocó lo que muchos resguardan con recelo. Cuando sus pies movían hacia lugares extraños y distintos y que la noche les permitió estar sin que les pidiera excusas ni pretextos.
Y cada gesto, cada expresión y cada palabra que de su boca permitía escuchar el ruido de las tres de la mañana, era como pensar que no iba a desaparecer nada y que subiría la razón de querer estar. Y cada paso y cada trago y cada todo, eran otra razón. 
Pero él, sigue escondido para el mundo, invisible, abstracto y temeroso. Queriendo nada y queriéndolo todo al mismo tiempo. Resguardando lo poco que le queda de paciencia y dignidad ante el mundo y ante todo


No hay comentarios:

Publicar un comentario